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Mostrando entradas de octubre, 2013

ACEPCIONES. Capítulo 5 --El Todo--

5 El Todo. El Todo son: La Nada con su “Deseo de Ser” y la Materia con su “Deseo de no ser”. 5.1 El Vacío. Es la Nada (3) más la Antinada (3.1). 5.2 El Universo. Es la Materia (4) más la Antimateria (4.1). 5.3 El Cosmos. Es el Orden (6.5) Mecánico Cuántico (8.5) del Universo (5.2). 5.3.1 La Gravedad:  Es una Ley () fundamental en la Relación del Cosmos dictada por la Mecánica Cuántica (8.5). 5.4 El Espacio. Es el Universo conocido. 5.4.1 Los Astros. Son organizaciones de materia sometidas a las leyes del Cosmos. 5.4.2 Las Galaxias. Son agrupaciones de astros. 5.4.2.1 La Vía Láctea. Es nuestra Galaxia. 5.4.2.1.1 El Sistema Solar. 5.4.2.1.1.1 El Planeta Tierra.

ACEPCIONES. Capítulo 4 --La Materia--

4            La Materia. La Materia es la presencia de cualquier Deseo, incluso el “Deseo de no ser” Materia. 4.1          La Antimateria. Es el “Deseo de no ser” de la Materia. 4.2          El Agua. El Agua es una materia muy caótica, por lo tanto muy propensa a generar Vida. 4.2.1 La Riqueza. Es la capacidad de aprovechar el agua como propiedad. .../...

ACEPCIONES. Capítulo 3 –La Nada–

3            La Nada. La Nada es la ausencia de cualquier Deseo, excepto el “Deseo de Ser” Materia. 3.1 La Antinada. Es el “Deseo de Ser” de la Nada. 3.2           La Nada Interior. Es el espacio ocupado por la Materia propia del Ser . ...

El sueño del Yo.

Yo he estado durmiendo. Yo he tenido un sueño: viajábamos mi esposa y Yo, solos. Yo conducía. Íbamos muy despacio, por un camino flanqueado por árboles; pinos grandes, viejos y con sus troncos retorcidos. Hablábamos de trivialidades, de mi trabajo. Como siempre, Yo dirigía la conversación, con elocuencia y cierta vehemencia. Ella disfrutaba mirando el paisaje con su acostumbrada dulzura y serenidad, y como, la “puñetera”, es capaz de hacer varias cosas a la vez, me seguía la conversación y tecleaba mensajes a nuestra hija. Atolondrado por mi disertación, Yo tomé un desvío y me acerqué a la orilla de un lago. La superficie era tensa y oscura. Pulida; en ella se reflejaban, el Sol, las plantas acuáticas y los montes circundantes. Nuestro camino, atravesando una ligera pendiente de césped, parecía terminar en la orilla. Yo seguí conduciendo hasta pisar el agua con las ruedas delanteras. Yo, miré y pude ver que el camino se introducía en el agua. Sin parecerme demasiado extraño, Yo deci

ACEPCIONES. Capítulo 2 --La Consciencia--

2 La Consciencia. La Consciencia es la percepción de cualquier Deseo como propio. Véase también: el Alma (2.6). 2.1 La Conciencia. La Conciencia es la juez de la Consciencia. 2.1.1 La Inconsciencia. Es un estado accidental y alterado del Ser, en el que se pierde transitoria o definitivamente la Consciencia. Difiere del Sueño porque durante la Inconsciencia se pierde total o parcialmente el contacto con la Memoria almacenada y, o no se Sueña (7.1.6), o no se hace correctamente, por lo que, al recuperar la Consciencia, se corre el riesgo de de haber perdido la Identidad del propio del Ser. Amnesia (). 2.1.1.1 Inconsciencia inducida. Es aquella a la que se llega por la interacción, voluntaria o forzada, del Ser con Materias  o Deseos Psicotrópicos (Drogas, Hipnosis, Fanatismo, …) capaz de inducir al Sueño en estado Consciente, alterando su función de tal modo que se permite a la Conciencia jugar libremente con la Memoria Real almacenada: construyendo Recuerdos ()

ACEPCIONES. Capítulo 1 --El Deseo--

1 El Deseo. Es el Arquitecto (-1). 1.1 El “Deseo de Ser”. Es el Arquitecto de la Materia: a partir de la Nada y la Antinada. 1.1 El “Deseo de Ser”. Es el Arquitecto de la Materia: a partir de la Nada y la Antinada. 1.1.1 Deseos de Ser Convergentes. Son aquellos que pueden ser compartidos por los Seres Animados (7.1) entre sí, o con Seres Inanimados (7.2). La Consciencia (2) de Sentir () estos Deseos se ve amplificada cuanto mayor es el número de Seres copartícipes, o más fuertes son éstos; llegando a Ser () tan intensa, que supera la capacidad de la Conciencia (2.1) para juzgar ocasionando trastornos de comportamiento como la Adicción () o la Afiliación (). En ocasiones los Deseos de Ser Convergentes son tan fuertes, que diluyen los Deseos de Ser individuales dando lugar a un Deseo de Ser Común () con entidad propia de Ser Animado Colectivo (), por ejemplo un equipo de fútbol o un partido político. La Convergencia de los Deseos de Ser se puede f

ACEPCIONES. Capítulo CERO – EL Génesis –

0.0 El Génesis, fue la aparición espontánea de la primera Nada, como primer deseo del Arquitecto. 0.1 El Verbo Ser: “Sea”, fue la primera Antinada, el primer “Deseo de Ser” de la Nada.  0.2 La Palabra: “Luz”, fue la primera palabra pronunciada por la Nada. 0.3 La Luz, fue el primer “Deseo de Ser” cumplido de la Nada, la primera Materia creada. 0.4 El verbo Hacer: “Hágase”, fue la primera Antimateria, el primer “Deseo de no ser” de la Materia. 0.5 La Palabra: “Oscuridad”, fue la primera palabra pronunciada por la Materia. 0.6 La Oscuridad: fue el primer “Deseo de no ser” cumplido de la Materia, la primera Nada regenerada, la primera ausencia de Luz. ...

ACEPCIONES. Capítulo (-1.0) –El Arquitecto–

Sería muy pretencioso por mi parte pretender tener acepciones para TODO, pero permitirme sólo una intuición: el Arquitecto es quien desea, es el Deseo en sí y está en TODO. Todo lo desea, todo lo consigue y casi todo lo pierde; la Diferencia que le queda, es lo que existe realmente en cada instante. Bienvenidos a las nuevas Acepciones de Phineas Theron Se aceptan sugerencias

El Vagabundo III. "El Príncipe de Rotonda"

... Lo encontré de nuevo pocos días después; se había afincado en la plaza más recóndita de nuestro barrio: de pie, frente al banco sobre el que reposaban sus bolsas de papel y una botella de agua medio llena, gesticulaba y hablaba; no sé si solo, o con la morera frondosa bajo cuya sombra se refugiaba. Esperé un momento a que "volviera" de su conversación, y me acerqué a él: -- Hola Israel -le saludé. --¡Aah! ¡Hoola amiigo! -me contestó, sorprendido y simpático. -- Pensaba que habrías vuelto a Madrid -le dije,  mostrando cierto disgusto de verle aún así. -- No. No he vuelto. Voy a quedarme unos días más por aquí. -- ¿No tienes calor con tanta ropa? -le dije, mirando a su gorro de lana, calado hasta las orejas. -- Estoy bien así, gracias. -- Si esperas un rato aquí, te traeremos comida y algo de ropa de verano -le prometí. -- Como quieras, pero estoy bien. De verdad. Tengo de todo -dijo, señalando sus bolsas de papel. --¿Has comido? -le pregunté. --Ahora me iba a

Días de panes y peces

Ramón Jordan, tenía otro día "de ranas"; de ese modo tan peculiar y personal definía la sensación de culpa que le rodeaba de niño cada vez que volvía de la Balsa de la Higuera después de haber pasado la tarde con sus amigos, atrapando, que no pescando,  ranas entre los juncos de la orilla, para someterlas después a tantas tropelías como su amplia imaginación de pequeños exploradores les ofrecía: meterlas en un frasco de cristal de Nescafé con tarántulas o "arraclavos", darlas de comer a una culebra, hacerlas fumar hasta explotar, diseccionarlas con un estilete oxidado entre fraseos seudocientíficos, para luego ensartarlas en un palo de anea y asarlas. Afortunadamente nunca se las comieron, su querido perro Moro, tampoco. Por la noche, sin saber porqué, o se desvelaba o tenía pesadillas con aguas oscuras llenas de batracios. Siempre se preguntó si a sus compañeros les costaba tanto conciliar el sueño como a él. A sus cincuenta años recién cumplidos, pensar en semeja